En los últimos años, el suicidio ha obtenido especial relevancia como problema de salud pública.

 

Conocer los factores de riesgo que pueden desatar un suicidio y saber observar las actuaciones de las personas que se encuentran en riesgo de suicidio es crucial para la prevención y tratamiento de los sentimientos y comportamientos suicidas.

 

¿Cuáles son los factores de riesgo que debemos conocer?

 

Antes que nada, cabe destacar que los factores de riesgo suicida son individuales, es decir, lo que para unos puede ser un elemento alarmante, para otros no. También son generacionales, por lo que existen factores de riesgo en la adolescencia que no presentan problema alguno en la adultez o vejez. Además, son genéricos, pues hay elementos de riesgo para la mujer que no afectan al hombre, y viceversa. Asimismo, los factores de riesgo son culturales, ya que en algunos lugares pueden existir variables determinadas que en otros contextos no son relevantes.

Vamos a ver qué factores de riesgo debemos conocer:

  • Factores genéticos y neurobiológicos. Varios estudios realizados post-mortem han demostrado que las víctimas de suicidio presentaban un nivel menor de serotonina en el córtex frontal, la parte del cerebro asociada a la impulsividad y la agresión. La serotonina es un neurotransmisor asociado a los desórdenes del estado de ánimo.
  • Factores de género y edad. Las mujeres presentan mayor conducta suicida que los hombres, ya que en ellas predomina la depresión. Sin embargo, los suicidios consumados son más comunes en los hombres. Hasta los 15 años, el intento de suicidio es más inusual.
  • Factores familiares. Padres con trastornos mentales, con consumo excesivo de alcohol o sustancias, y antecedentes familiares de suicidio son grandes factores de riesgo para el suicidio en menores. Asimismo, la disfunción familiar, el abandono, la discordia, la rigidez, el abuso, la violencia o la agresión contra niños también son variables que pueden influir en la ideación suicida.
  • Problemas conductuales. Diferentes adolescentes con intentos de suicidio presentan trastornos de conducta, problemas legales, actos delictivos, abuso de sustancias, etc.
  • Factores socio-psicológicos. La baja autoestima, la impulsividad, la depresión, la ansiedad, así como las dificultades académicas o el desinterés y la rebeldía sin motivo, pueden reflejar signos de crisis suicida.
  • Factores culturales y sociodemográficos. Los problemas socioeconómicos, niveles bajos de educación y el desempleo son elementos de riesgo para la ideación suicida. Los factores relacionados con la cultura son muy importantes para la conducta suicida en las minorías étnicas o para inmigrantes, que se someten a la pérdida de identidad y de costumbres, al aislamiento social, a la falta de comunicación por el idioma, etc.

 

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¿Qué situaciones pueden potenciar el suicidio?

 

Existen situaciones que los adolescentes más vulnerables interpretan como extremadamente peligrosas, conflictivas y dañinas. Es decir, circunstancias que no causan ningún problema para algunos adolescentes pueden ser situaciones precipitantes para conductas de suicidio en otros más vulnerables, quienes los perciben como una amenaza directa. Algunos ejemplos son:

  • Problemas familiares.
  • Separación de amigos o parejas.
  • Muerte de un ser querido.
  • Conflictos interpersonales.
  • Problemas disciplinarios.
  • Acoso escolar o fracaso escolar.
  • Excesiva exigencia de padres y maestros.
  • Embarazo no deseado o embarazo oculto.
  • Infección con VIH o ETS o una enfermedad física grave.
  • Experimentar desastres naturales.
  • Violación o abuso sexual, con mayor peligrosidad si se trata de familiares.
  • Amenazas de muerte o peleas.

 

¿Qué señales puede manifestar un posible suicida y cómo podemos actuar?

 

SEÑALES

Algunas señales que puede manifestar un adolescente con posible tendencia suicida es la alteración de sus hábitos alimenticios y del sueño, la disminución del interés en actividades, deseos de morir y su verbalización (Quiero morir, o No seré un problema durante mucho más tiempo…), no responder a los elogios, abandono del aspecto físico, uso de drogas y alcohol, preocupación por la muerte, problemas para concentrarse, toma de riesgos innecesarios, retraimiento, molestias físicas acentuadas, regalar pertenencias importantes, o escritura de notas de suicidio.

 

CÓMO ACTUAR

Mostrar respeto, creer lo que nos manifiesta, atenderle con interés real, darle la posibilidad de expresar sus sentimientos, preguntar sobre la idea suicida (evitar preguntas que pueden ser respondidas con monosílabos), responsabilizar al adolescente con su propia vida, tratar de encontrar soluciones no suicidas juntos, crear un pacto no suicida, pedirle aprobación para implicar a otros miembros de la familia y amigos, para apoyar al adolescente, no juzgar, y ser directivo, con bastante tacto como para no parecerlo.

 

Suicidio en menores

 

Falsas creencias

 

Es de vital importancia reconocer los factores y variables que juegan un papel crucial en el suicidio, así como también es importante saber diferenciar las falsas creencias populares acerca del suicidio. Algunas de ellas son:

  • El que se quiere matar no lo dice.
  • El que lo dice, no lo hace.
  • Los que intentan el suicidio no desean morir, solo hacer alarde.
  • El suicidio no puede ser evitado porque ocurre por impulso.
  • No puedes evitar que otra persona se suicide.
  • Solo los psiquiatras y los psicólogos pueden prevenir el suicidio.

 

Desde nuestro centro

En el Centro La Fuente tratamos con menores y con la sintomatología y características descritas. Intervenimos para prevenir, contener y eliminar estos pensamientos, con las herramientas y los profesionales adecuados para dar respuesta a estas necesidades.

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