¿Cómo se define el TOC?

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno mental en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones), y comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan a hacer algo una y otra vez (compulsiones).

Con frecuencia, la persona se comporta de cierta manera para librarse de los pensamientos obsesivos, pero esto solo brinda alivio a corto plazo. El no llevar a cabo los rituales obsesivos puede producir ansiedad y sufrimiento en la persona.

 

¿Qué consecuencias tiene en los menores?

Las repercusiones del TOC tienen lugar en tres áreas importantes de la vida de los menores:

  • Cambia su comportamiento y su carácter, puede mostrarse más retraído, irritable y hostil, estar triste sin motivo aparente, o reaccionar bruscamente ante un suceso sin importancia.
  • Baja su rendimiento escolar, porque es incapaz de concentrarse en otra cosa que no sean sus rituales compulsivos e ideas obsesivas.
  • Tienen dificultades sociales, ya que dedican todo su tiempo a sus obsesiones y compulsiones; los demás niños lo pueden ver como “raro”, y él mismo puede sentirse rechazado o sentir vergüenza de su comportamiento.

¿Cómo detectarlo?

Las personas con TOC tienen pensamientos, impulsos o imágenes mentales repetitivos, que les causan ansiedad. Estas son las obsesiones. Algunos ejemplos comunes de obsesiones son: miedo excesivo a los microbios; pensamientos prohibidos relacionados con el sexo, la religión, o sobre dañar a otros o a sí mismos; la necesidad de que haya orden.

Otra conducta característica son comportamientos repetitivos en respuesta a sus pensamientos y obsesiones. Estas son las compulsiones. Algunos ejemplos comunes de compulsiones son: verificar una y otra vez las acciones (como apagar las luces y cerrar la puerta); contar excesivamente; ordenar las cosas de una cierta forma; lavarse las manos repetidas veces para evitar una infección; repetir las palabras en silencio; rezar en silencio una y otra vez.

Sin embargo, no todas las personas que tienen hábitos o realizan rituales tienen TOC, pues muchos niños desarrollan rituales sin que estos interfieran en el resto de su vida y de su comportamiento. Así, la persona con TOC:

  • No es capaz de controlar sus pensamientos o comportamientos, incluso cuando entiende que son excesivos.
  • Dedica al menos una hora del día a estos pensamientos o comportamientos.
  • No obtiene placer de realizar un comportamiento o ritual, más allá de un breve alivio de la ansiedad.
  • Tiene grandes problemas en la vida diaria debido a estos pensamientos o rituales.

Además, las personas con TOC pueden tener algún tic como: parpadeo de los ojos; muecas faciales; encoger los hombros; sacudir la cabeza; aclarar la garganta; hacer ruidos de inhalación o gruñidos repetidamente.

En caso de sospecha sobre si una persona puede tener TOC, consultar con un profesional para poder establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados.

 

La importancia del TOC

En España un 1,8% de la población menor de edad está diagnosticado con Trastorno Obsesivo-Compulsivo, y hasta 5,5% de la misma población tienen TOC, sin un diagnóstico elaborado por un profesional.

Este trastorno es de carácter crónico, y puede afectar a corto y largo plazo a la vida académica, social, familiar o laboral de quienes lo padecen.

Los resultados de las investigaciones muestran que el TOC en niños debe tenerse en cuenta en sus diferentes niveles de severidad, ya que afecta a porcentajes considerables de la población escolar.

Todo esto debe ser tenido en cuenta para poder realizar una detección precoz del TOC, y prevenir la cronicidad y las consecuencias en la vida de las personas.

 

Consejos para ayudar a las personas con TOC

Este trastorno afecta en gran parte de la vida del niño, y es particularmente limitante, ya que afecta a los menores durante un periodo crucial de su desarrollo social y educacional.

En primer lugar, las personas con TOC requieren de una mayor comprensión de su problema, pues lo contrario les puede llevar a la frustración o desesperación. Mediante la comprensión de su problema, estas personas se encuentran con menos dificultades para expresar y explicar lo que les ocurre a los demás, sintiendo menor vergüenza y temor por lo que puedan pensar las personas que le rodean.

Como se ha comentado anteriormente, lo primero que se debe hacer en caso de que haya sospecha sobre un caso de TOC, es ponerlo en manos de un profesional, que realice un diagnóstico y tratamiento precoz, para así minimizar que surjan posibles problemas asociados.

Además, tras tener un diagnóstico claro, los profesores pueden ser de gran ayuda en el tratamiento del TOC en la infancia, para así poder mejorar la capacidad de aprendizaje del niño. Por lo tanto, tanto la familia como los profesores, los psicólogos, y demás profesionales implicados, deben estar coordinados.

En los casos en los que un menor está diagnosticado con TOC, la familia juega un papel fundamental, ya que suele intervenir y participar activamente en las compulsiones y rituales del éste. Esto es algo que no debe hacerse, pues si se participa en los rituales pueden estar, sin darse cuenta, reforzando y potenciándolos.

Un menor con TOC no es un niño que se porta mal y que no quiere hacer las cosas de otra forma, no tiene por qué estar retando a sus padres, sino que se siente impulsado a hacerlo por su ansiedad.

¿Cómo tratamos el TOC en el Centro La Fuente?

Desde el Centro se establece un tratamiento psicológico adaptado a las características del menor en concreto, para poder controlar tanto las obsesiones como las compulsiones.

Además, los profesionales del centro ayudan al menor en el momento concreto en el que está realizando algún ritual, o evocando alguna obsesión; se le reconduce ayudándole a pensar de forma realista, y comprender que lo que le está ocurriendo es una obsesión; también se controlan las compulsiones de forma que se le ayuda al menor a canalizar la ansiedad de una manera favorable, no perjudicial para él.

En este tratamiento se implica activamente a la familia, ofreciéndole unas pautas determinadas para poder actuar con el menor, y así colaborar en el avance del proceso terapéutico.

 

¿Sufres algún caso diagnosticado de TOC en la familia o conocidos? Podemos ayudarte, déjanos un comentario o envíanos un mensaje.

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