Miriam Sánchez Mahillo,  Psicóloga en prácticas, Centro “La Fuente”.

“Aprendemos y entrenamos las habilidades de comunicación”

Durante las dos últimas semanas de marzo de 2017 se ha llevado a cabo un taller de habilidades de comunicación dirigido a los menores del Centro La Fuente. Es sabido que en la actualidad, la mayoría de los adolescentes tienen dificultades para comunicarse con los demás, por lo que consideramos conveniente realizar varias sesiones en las que se trabajara y entrenara las habilidades de comunicación.

El perfil de comunicación que presentan los menores del centro es generalmente de tipo agresivo. Las personas con este estilo se caracterizan por el empleo de una comunicación unidireccional, es decir, tienden a defender sus derechos o intereses sin escuchar ni ponerse en el lugar de la otra persona. Suelen faltar al respeto a los demás, dominándoles y manipulándoles para conseguir sus objetivos. Por éste motivo, desde el Centro “La Fuente” se consideró conveniente llevar a cabo un taller en el que los menores aprendieran y pusieran en práctica la comunicación asertiva y la escucha activa. La escucha activa es la capacidad de prestar atención de forma intencionada, dando claras muestras de comprensión y empatizando con la otra persona. Por otro lado, la comunicación asertiva es la habilidad personal que permite expresar sentimientos, opiniones y pensamientos de forma adecuada sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás.

El taller tenía como propósito dotar a los participantes de habilidades de comunicación que les permitieran mantener una conversación apropiada tanto con iguales como con adultos, además de aprender a identificar y gestionar las emociones y desarrollar habilidades de comunicación asertiva, poniendo en práctica la escucha activa y la comunicación verbal y no verbal.

En primer lugar se abordaron, de forma teórica, cuestiones relacionadas con: qué son las habilidades de comunicación, cuáles son los elementos que median en la comunicación y qué técnicas mejoran o interfieren en el proceso comunicativo. A continuación, los menores tuvieron la oportunidad de entrenar, mediante ejercicios prácticos, habilidades conversacionales como la escucha activa y la comunicación verbal y no verbal, además de aprender a identificar y gestionar las emociones durante una conversación y a desarrollar la empatía y la comunicación asertiva con los demás.

Los talleres fueron eminentemente prácticos ya que de lo que se trataba era que los menores experimentaran algunas de las situaciones que pueden darse en la vida real y que practicaran las distintas habilidades de comunicación que se suelen utilizar durante una conversación con otra persona. Para ello se utilizó como técnica de aprendizaje el role-playing, técnica que permite escenificar situaciones que pueden darse en la vida cotidiana y que les ayuda a enfrentarte, de manera ficticia, a dificultades que pueden surgir durante el proceso de comunicación.

La técnica del role-playing pretende facilitar la adquisición de capacidades tales como la perspectiva social y la empatía. Mediante este método de aprendizaje se trabajan conjuntamente aspectos tales como la dirección de las relaciones interpersonales, o las motivaciones racionales y emocionales que actúan en la toma de decisiones. La práctica continuada del role-playing permite a los menores explorar los sentimientos, actitudes, valores y percepciones que influyen en su conducta, a la vez que descubren y aceptan el rol de los demás.

Para trabajar la escucha activa los menores realizaron, por parejas, varios role-playing en los que experimentaron distintas formas de escuchar, formas que entorpecen y que favorecen la comunicación. En la segunda sesión la técnica de role-playing se utilizó para trabajar las distintas formas de comunicación que se utilizan para responder a otras personas y, en muchas ocasiones, para resolver conflictos; en concreto se practicaron la comunicación asertiva, la pasiva y la agresiva. Para esto se les propuso escenificar, por parejas, tres situaciones en las que simulaban una situación conflictiva real, uno de los componentes de la pareja se encargó de crear la situación problemática y la otra eligió una de las tres formas de responder: agresiva, pasiva o asertiva.

Las sesiones concluyeron con un debate sobre diversas cuestiones relacionadas con lo abordado en la parte teórica y práctica. El propósito del debate era poner en común cómo se habían sentido tras reaccionar de forma pasiva, agresiva y asertiva, sobre cómo piensan que les ven los demás al comportarse de esas tres formas y sobre cuál piensan que es la forma de reaccionar que menos daña la relación interpersonal. Para finalizar, cada menor describió la manera en la que podrían haber reaccionado de forma asertiva en las situaciones en las que habían reaccionado de forma pasiva o agresiva y, por último, comentaron que les había aportado las sesiones realizadas.

Desde el Centro “La Fuente” apostamos por el conocimiento aplicado y ameno a la vida cotidiana, por lo que consideramos necesario realizar talleres de éste índole con el objetivo de que los menores adquieran habilidades que les permitan comunicarse de forma asertiva en su día a día, dejando de lado el estilo de comunicación agresivo que normalmente utilizan.

¿Necesitas ayuda?

En la Fundación Social Tres queremos escucharte y ayudarte. Cuéntanos tu problema y estaremos encantados de tenderte la mano, solo déjanos tu información: