1. Impacto Nuevas tecnologías en adolescentes

La Era en la que vivimos ha supuesto una introducción rápida y profunda a las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NNTTT). Si bien son una extraordinaria herramienta en el mundo desarrollado en el que vivimos, ha provocado una revolución para las relaciones sociales y otros aspectos de nuestra vida. A decir de los jóvenes, estos, incitados por la pertenencia al grupo de forma natural por su etapa evolutiva, experimentan la adaptación al uso de las nuevas tecnologías, con un lenguaje, instrumentos y conductas propias.

Las nuevas generaciones conocen mejor el medio – que en este caso es el medio tecnológico – que sus antecesores, por lo que impera la necesidad de saber cómo actuar ante el comportamiento de los jóvenes ante la tecnología, en sus diferentes usos, tanto positivos como negativos.

En España se han realizado diferentes investigaciones acerca de este acontecimiento y de las consecuencias del mismo. Ya en 2009 el Instituto de la Juventud (INJUVE), reflejó en su estudio, que el 96% de jóvenes españoles se conectaba de forma habitual a Internet. El Instituto de Adicciones de Madrid (2008), además de centrarse en el uso de adolescentes y jóvenes de las Nuevas Tecnologías de la información y del entretenimiento, estudia las consecuencias de este uso, como son las conductas problemáticas (Labrador, Requesens y Helguera, 2015).  En el estudio realizado por esta institución, se reflejan datos relevantes para la preparación de la prevención e intervención del uso inadecuado a las tecnologías, revelando que el 13,5% de los jóvenes encuestados practica un uso problemático de la tecnología lúdica y de la comunicación. Este resultado se ha basado en los siguientes datos (se exponen algunos a modo de ejemplo): En el uso de Videojuegos el 15,8% afirmó que “estar jugando te proporciona bienestar”, el 10% señaló que “mientras estás jugando te evades de los problemas”. Por otro lado en el uso de Internet, el 4,5% de los jóvenes madrileños presentó algún indicio de uso problemático en la navegación por Internet, el 45% de los menores accedían a la red desde ordenadores sin filtros de contenidos, mientras que el 47,1% de los padres, madres y tutores afirmaron no tener conocimiento de Internet. En lo que respecta al Telefóno móvil, el 13% de los jóvenes afirmó que aunque quisieran no podrían prescindir del móvil, el 62,9% de los padres, madres y tutores encuestados afirma tener un conocimiento básico del teléfono móvil.

Estos resultados, únicamente de una muestra de jóvenes madrileños,  reflejan que los educadores, es decir, padres, madres y tutores de los jóvenes, se encuentran en inferioridad de poder frente a sus hijos y alumnos en lo que respecta a las Nuevas Tecnologías de la Información, porque no pueden limitar lo que no conocen que se tiene que limitar.

2. Uso inadecuado de las tecnologías en adolescentes

2.1. Diferencias entre uso, abuso y adicción a las tecnologías

¿Qué diferencias existen entre el USO, ABUSO Y ADICCIÓN a las tecnologías?

Un uso no problemático de las tecnologías se refleja si no hay señales de alarma de que el uso que hace de las Nuevas Tecnologías no interfiere en sus obligaciones ni en sus actividades de tiempo libre. El uso de las tecnologías no supone un problema si es controlado y está en equilibrio con el resto de actividades del menor.

El abuso a las Nuevas Tecnologías se observa cuando comienzan a haber indicios en el empleo inadecuado de las mismas. Esto se contempla cuando se incrementa el uso produciendo una interferencia grave en la vida cotidiana, perdiendo el adolescente interés por otras actividades (ejemplo: se va de eventos sociales para jugar). Su vida entonces empieza a girar en torno a las Nuevas Tecnologías. Pueden entonces aparecer mentiras y manipulaciones en su entorno para dedicar más tiempo al móvil, consola u ordenador. Esta situación puede volverse insostenible cuando a pesar de que los jóvenes tengan consecuencias negativas en el área social, familiar, personal y escolar, por el uso de las tecnologías,  el menor no usará las Nuevas Tecnologías para pasarlo bien sino para aliviar el malestar que supone el uso de las mismas.

La adicción a las nuevas tecnologías se refiere a aquellas conductas que son similares a las que presentan personas con adicción a las drogas o al juego patológico. Las conductas típicas o los síntomas de la adicción a las Nuevas Tecnologías se pueden resumir en :

  • Tolerancia: Necesidad de aumentar la duración, intensidad y/o frecuencia de la conducta del objeto de adicción.

  • Pérdida de control: Primero la conducta se lleva a cabo por placer, pero cuando se desarrolla la adicción, la persona necesita realizarla para aliviar el malestar que provoca no hacerla.

  • Ocultación: Es muy difícil el reconocimiento a la adicción de las Nuevas Tecnologías.

  • Abandono de otras actividades.

  • Cambios de comportamiento: Se producen cambios emocionales, en los hábitos, en las rutinas de la vida diaria, cambios físicos, etc., dañando todas las parcelas de la vida de la persona.

Además de todo lo indicado, puede aparecer el síndrome de abstinencia cuando las personas adictas a las Nuevas Tecnologías  no pueden llevar a cabo las conductas deseadas, apareciendo por tanto un gran malestar emocional, que se traduce en insomnio, irritabilidad, inquietud psicomotriz, estado de ánimo disfórico, etc.)

2.2. Factores de riesgo

El riesgo de padecer una adicción a las nuevas tecnologías varía en función de la persona que lo presenta, pero podemos encontrar unos factores de riesgo comunes como bien son los factores personales, familiares y sociales.

Personales: Las variables personales están muy ligadas a la adicción, sobretodo aquellas variables que favorecen la vulnerabilidad de la persona, como puede ser la incapacidad de controlar los impulsos, la disforia, la necesidad de buscar nuevas sensaciones o la baja tolerancia a la frustración.

Familiares: La familia tiene un papel muy importante a la hora de precipitar al menor a la adicción a las Nuevas Tecnologías, ya que este va a establecer las pautas del comportamiento por medio del aprendizaje vicario y los modelos parentales serán quienes sienten las base del uso adecuado o inapropiado de este medio.

Sociales: Los medios de comunicación actuales ejercen un papel socializador muy importante en el menor, ya que la información que reciben a través de este medio ayuda al modelado de su forma de pensar e incluso de sentir, por lo que es esencial que los padres fomenten el uso adecuado de estas Nuevas tecnologías.

 

3. Actuación frente al abuso y adicción a las Nuevas Tecnologías: Factores de protección y decálogo de prevención para padres y madres.

Los factores de protección ayudan a prevenir y minimizar los riesgos que presentan las Nuevas Tecnologías en los menores, por ello, es importante que tanto los padres como los educadores potencien estos factores para ayudar a prevenir esta adicción. Es muy importante tener en cuenta las habilidades personales que posee el menor, ya que estas actuarán como factor de protección, por ejemplo, si un menor posee una alta autoestima, habilidades sociales y una alta capacidad de resolución de conflictos, estas habilidades actuarán como factor de protección frente a la aparición de problemas.

Por lo mencionado, el papel de la familia es fundamental en este sentido ya que los padres poseen el potencial preventivo entre todos los agentes que influyen en los adolescentes ya que pueden reducir los factores de riesgo y aumentar aquellos que favorezcan la protección de los jóvenes.

Desde el Centro La Fuente os proporcionamos una guía de prevención (o decálogo) para que no se desarrolle el abuso y adicción a las Nuevas Tecnologías, es decir, para favorecer el uso adecuado de las mismas.

  1. Establece normas sólidas que establezcan el uso responsable de Internet.
  2. Determina un horario para el uso de las Nuevas Tecnologías y premiales cuando lo cumplan, ayudando al menor a organizar y planificar su tiempo (elaborando un horario realista dentro del cual se contemple el tiempo a navegar junto con las demás actividades).
  3. Oriéntales sobre cómo deben navegar en Internet y que nunca deben proporcionar datos personales en la red.
  4. Evite que puedan acceder a contenido de riesgo para su edad, para ello realice un control de los contenidos visualizados por los menores.
  5. Proporcione alternativas de ocio saludable (deporte, actividades al aire libre, lectura, etc.)
  6. Debido a que los progenitores y otras personas de referencia son modelos de los menores, imitando éstos las conductas de los primeros, se ha de evitar la adicción a los dispositivos – sobre todo móviles-  en ti mismo.
  7. Ayude a desarrollar adecuada autoestima y buenas habilidades sociales que le permitan el desarrollo de buenas relaciones interpersonales.
  8. Romper con rutinas de conexión: Si el menor enciende el ordenador o el móvil cuando se levanta, se ha de intentar que realice esta actividad después de realizar otra (como ducharse o desayunar).
  9. Uso de señales y alarmas que le indiquen al adolescente que ha pasado su tiempo de conexión y ha de cesar su conducta (para potenciar su autorregulación).
  10. Prevenir conductas de acoso escolar y ciberbullyng.

En el Centro de Menores La Fuente tratamos a jóvenes que han abusado de las Nuevas Tecnologías y han desencadenado en una Adicción. Llevamos a cabo un protocolo de abstinencia de las tecnologías y otorgamos alternativas asociadas a las necesidades reales de sociabilización, entretenimiento y aprendizaje del menor, con un control exhaustivo en el uso de las tecnologías, teniendo en cuenta la etapa evolutiva concisa donde se encuentra y por tanto la garantía de un estado de salud mental estable.

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