En el Centro Residencial La Fuente, el comienzo de un nuevo año escolar significa continuar el camino de la educación de nuestros menores, momento importante en la vida de estos. Todos jugamos un papel vital en cómo afrontarán la vuelta a la escuela después de las vacaciones, así como, en cuál será su rendimiento. Padres, educadores y profesores debemos trabajar en equipo de forma activa y respetuosa.
En este artículo nos centraremos en la actuación especifica con menores que presentan necesidades especiales (conductas disruptivas, dificultades de aprendizaje, consumo de tóxicos, depresión, dificultades en habilidades sociales, etc.). Jóvenes que, precisamente por esto, protagonizan situaciones difíciles en casa ante momentos relevantes como es el inicio del curso escolar.
El primer paso es encontrar el Centro Educativo que mejor se adapte a las características individuales de cada menor. Principalmente hay que tener en cuenta la oferta educativa (ESO, Bachillerato, Ciclos Formativos, FP básica, Centros Bilingües, Aula Abierta…) los recursos humanos (Profesor de Pedagogía Terapéutica, PT Servicios Comunitarios, Audición y Lenguaje, Auxiliar Técnico Educativo…) y la estructura física y organizativa del Centro (capacidad, instalaciones, supervisión en los tiempos de descanso y de recreo…). Los criterios para la elección de Centro como la proximidad a casa, “para que coincida con amigos” o porque trabaje en ese Centro “algún amigo o familiar” pasan a un segundo plano de importancia cuando se trata de estos menores. Para ello, el Centro de procedencia del alumno/a juega también un papel indispensable, dado que si no es el acorde a sus necesidades debe ayudar en el proceso de derivación o selección del nuevo centro educativo mediante informes, evaluaciones o derivación a los técnicos que crean oportuno.
El siguiente paso para seguir es iniciar el contacto, comunicación y coordinación con el nuevo Centro Educativo. Para comenzar se debe programar una reunión inicial preferiblemente con las siguientes figuras: Tutor/a, Orientador/a, Jefe de estudios y PTSC con el objetivo principal de trasmitir toda la información actualizada referente al menor en todos sus ámbitos (educativo, social, familiar, psicológico…). Otro objetivo importante es fijar líneas de actuación concretas para el inicio de curso (establecer líneas de comunicación efectivas, adaptaciones curriculares, establecer asistencial total o parcial del horario lectivo, horas de refuerzo o de apoyo con personal especializado…). Desde el Centro Residencial La Fuente, el Equipo Técnico (Psicólogo y Trabajador Social) junto con el educador de referencia son los que llevan a cabo el seguimiento educativo de cada menor.
Consideramos como seguimiento educativo las siguientes tareas: supervisión de la planificación del horario lectivo y no lectivo, cumplimiento de las tareas educativas, apoyar al centro educativo en el cumplimiento de las normas, dar respuesta al Centro en situaciones de conflicto o problemáticas, necesidades de materiales, periodos de exámenes, seguimiento de resultados, toma de decisiones para posibles necesidades de cambio, comunicación periódica para evaluación del estado del menor…
En consonancia con todo este proceso no podemos olvidar la labor de fomentar la autonomía y responsabilidad del menor en su correcto desarrollo formativo, facilitándole herramientas (técnicas de estudio, sistemas de planificación, establecimiento de rutinas…) que le permitan ser participantes activos del mismo.
La experiencia del Centro La Fuente muestra que seguir estas pautas de actuación mejora considerablemente el rendimiento de menores con necesidades específicas en su proceso de enseñanza-aprendizaje, por ello, animamos a familiares y/o tutores de menores en esta situación o similares a tenerlas en consideración para la búsqueda más acertada de su proceso educativo de una forma integral.