Las autolesiones en menores representan una problemática en la sociedad actual debido al crecimiento exponencial de los casos.  Estas conductas producen un impacto negativo en familias, docentes y personas cercanas, abordadas desde el miedo, por el propio desconocimiento tanto de las causas que las producen como por las consecuencias a las que pueden conllevar.

Desde el inicio de nuestra actividad profesional en salud mental y problemas de conducta graves, la Fundación ST3 ha tratado las conductas autolesivas con jóvenes y menores, por ello somos conscientes de cómo estas han ido cambiando. Lo que en principio eran casos aislados, presentados mayoritariamente en jóvenes de género femenino con rasgos límites de personalidad, actualmente se ha extendido a muchos otros perfiles, observando:

  • Una mayor variedad de las razones que motivan tales conductas.
  • Diferentes fines en el empleo de tales conductas, no siendo utilizadas únicamente con la intención de quitarse la vida, también como tendencia para afrontar el malestar psicológico.
  • Presencia de autolesiones en diversos diagnósticos clínicos, y no únicamente en cuadros límites de personalidad, como la depresión.
  • Presencia en jóvenes de ambos géneros.
  • Iniciándose desde edades cada vez más tempranas.
  • Normalización de tales conductas entre los jóvenes.

Ante esta situación, los profesionales de nuestra Fundación incluyen en su Método SocialTres el desarrollo de protocolos específicos, servicios de intervención y nuevas formas de dar respuesta a esta problemática, poniendo énfasis en la importancia de la prevención a través de la información y la formación en todos los ámbitos que rodean a los jóvenes.

Por ello, debemos tener en cuenta que la intervención de conductas autolíticas ya no es solo de los profesionales de la salud mental, es una responsabilidad comunitaria que afecta a todos los ámbitos que rodean al menor-joven y el trabajo en la prevención adquiere el mayor de los sentidos para reducir el número de casos.

Asimismo, es necesario no tratar las conductas autolíticas como un tema tabú, siendo algo muy normalizado ya entre jóvenes y menores que necesitan compartir con sus personas de referencia. A la vez que es importante informar y formar a docentes y familias con nociones básicas de identificación, intervención y recursos externos de ayuda.

No nos olvidemos de la presión social a través de redes sociales en el daño a la autoestima y a la imagen personal y/o el acoso escolar como factores presentes en la mayoría los casos donde se dan estas conductas.

Por todo ello, la Fundación ST3 adquiere un fuerte compromiso en la búsqueda de iniciativas capaces de abordar la complejidad de este fenómeno, a través de charlas de sensibilización en centros educativos, así como con nuestro proyecto de prevención de conductas autolíticas en adolescentes y el proyecto de atención domiciliaria de apoyo a familias con menores con necesidades de salud mental y/o problemas de conducta.

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